El suelo: el gran aliado de nuestros bebés

El suelo: el gran aliado de nuestros bebés

Desde el momento mismo de nuestra concepción somos producto del movimiento. Es la movilidad de los espermatozoides buscando el óvulo lo que provoca la gestación. Luego, el feto se moverá durante meses hasta llegar a los dos últimos donde se colocará con la cabeza en la parte baja del útero.

niña boca arriba

Cuando nazca, los reflejos primitivos que ha estado desarrollando durante los nueve meses que ha durado el embarazo le permitirán participar en el parto, sobrevivir y aprender.

Cada bebé, a partir de entonces, tendrá una velocidad de desarrollo distinta pero lo importante es que, a su ritmo, complete todas sus etapas y no se salte ninguna.

Donde mejor estará un bebé a partir de los 4 meses es en el suelo. Este tiempo ira aumentando conforme va creciendo y al final deberá pasar en el suelo todo el tiempo que esté despierto.

Mediante la estimulación y la activación los dos hemisferios, el derecho y el izquierdo que controlan respectivamente cada uno la parte contraria del cuerpo, se conseguirá que ambos funcionen como una unidad. Con el movimiento, este funcionamiento de ambos a la vez se perfeccionará y el bebé conseguirá aprendizajes superiores como el lenguaje o las matemáticas.

niña sentada

Guía del movimiento de nuestros bebés

De los 0 a los 3 meses:

El bebé estará mejor boca arriba, le facilitaremos así el movimiento de la cabeza y podrá estirar las extremidades.

En esta posición nos será más sencillo estimularle con juguetes, caricias y sonidos por la derecha e izquierda de su cabecita para ayudar a su activación simétrica. La lactancia materna al cambiar de un pecho a otro también ayuda y mucho a esta simetría.

A partir de los 3 meses

Nuestro bebé irá activando la coordinación de brazos y piernas y poco a poco ira preparándose para darse la vuelta. Comenzará flexionando el brazo del mismo lado que gira la cabeza. Desarrollará su visión mediante la experiencia táctil. Al principio girará la cabeza y las piernas no le seguirán pero un día, de repente, se habrá dado la vuelta. Ya estará más cerca del desplazamiento. Su campo de visión se amplía, percibirá más objetos y querrá alcanzarlos.

De los 6 a los 9 meses

Al estar las piernas menos conectadas que los brazos no conseguirá rectar al principio hacia el objeto de su deseo pero poco a poco se irá dando cuenta de que con la ayuda de los pies puede moverse hacia adelante. Este primer movimiento será de arrastre hasta que consiga coordinar mano y ojo derecho con pierna izquierda.

Acabará teniendo una percepción tridimensional del espacio, ya puede ver todo a su alrededor y oír los sonidos.

Luego será capaz de mantenerse en equilibrio sobre las cuatro extremidades y empezar a gatear. Esto será posible porque nuestro gateador habrá empezado a emplear los dos lados del cuerpo, los dos hemisferios y las vías perceptivas de forma simultánea y coordinada.

niña de pie niña arrastrándose

De los 9 a los 12 meses

El bebé gateará hacia su objetivo, lo cogerá y disfrutará de él sentado. En esta etapa es importante no obligarles a ponerse de pie. Este gran paso tiene que surgir de forma natural. Cuando el bebé se sienta seguro se alzará apoyándose primero y luego dará sus primeros pasos.

Que el bebé cubra cada una de las etapas contribuirá a que quiera seguir explorando y a no tener miedo de su entorno.

En las Escuelas Infantiles Kamira ayudamos a los bebés a que desarrollen todas las etapas del movimiento adecuadamente ofreciéndoles un espacio adecuado para que exploren según sus necesidades.

 

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